25/11/2008

En 12 años, la Defensoría del Pueblo atendió 8 mil 500 casos de violencia familiar, sólo en la ciudad de Santa Fe

En otra conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, la Defensoría del Pueblo difundió la cifra para crear conciencia de que la grave poblemática social es, en nuestro medio, una realidad palpable y cotidiana que como tal debe afrontarse y combatirse.

Desde su creación como órgano de la Defensoría del Pueblo, en 1996, el Centro de Asistencia a la Víctima lleva atendidos 8 mil 500 casos de violencia familiar, cifra que representa las dos terceras partes de los casos allí diligenciados. La Defensoría del Pueblo de Santa Fe advierte que la violencia contra la mujer no sólo es la que se ejerce en el ámbito doméstico sino también la que se da en los ámbitos de actuación y que se expresan en las formas más variadas.        La recordación de fechas como éstas, sostiene, deben servir para avanzar en el “empoderamiento” de las mujeres a fin de poder visibilizar estos hechos, y proceder a denunciarlos.        La Defensoría remarca que un sin fin de hechos de violencia no son comprendidos ni percibidos por gran parte de la sociedad. La problemática fue visualizada por la Defensoría del Pueblo al crear el Centro de Asistencia a la Víctima, un espacio de contención y asistencia psicológica, legal y social, adonde las mujeres concurren por propia voluntad, derivadas por otros organismos estatales o por la misma justicia. La capacitación emprendida por la Defensoría en la prevención de la violencia de todo tipo ha permitido detectar casos concretos de violencia contra la mujer, que no necesariamente se reducían al ámbito familiar. Los cursos dictados en toda la provincia de Santa Fe han otorgado a quienes trabajan con la problemática como a las mujeres en general, herramientas para su visualización, primer paso hacia su erradicación. De igual modo se procedió a través de la profusa labor de sensibilización sobre “trata de personas” que tiene en la explotación sexual una de las formas más aberrantes de violencia contra la mujer. La Defensoría no puede considerar que el estadio actual sea el deseado, pero entiende que se ha producido un significativo avance, toda vez que hechos de violencia familiar, otrora naturalizados, hoy son puestos a la luz y sus víctimas acuden a los organismos específicos para solicitar ayuda.