29/06/2024

El embajador argentino en La Haya disertó sobre Inteligencia Artificial y derechos humanos

Fue en el marco de un ciclo organizado por el Grupo de Trabajo y DDHH, que coordina internacionalmente la Defensoría del Pueblo de Santa Fe y la Federación Iberoamericana del Ombudsperson. Destacó que “la gobernanza sobre la inteligencia artificial requiere de acciones concertadas entre los Estados, las instituciones, la sociedad civil y la Academia”.  

El defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe a cargo de la Defensoría Provincial de Niñas, Niños y Adolescentes, Gabriel Savino, presentó este jueves la segunda jornada del seminario Nuevas Tecnologías y Derechos Humanos que, bajo el título de Organismos Internacionales y Nuevas Tecnologías, contó con la destacada disertación de Mario Oyarzábal, embajador argentino ante el Reino de los Países Bajos y representante permanente ante la Corte Internacional de Justicia y otros organismos. El encuentro, realizado por videoconferencia, contó con la participación de representantes de organismos humanos agrupados en la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), entre los que se contaba su flamante presidente Rafael Ávila Macke, defensor del Pueblo de Paraguay.

Savino abrió la jornada destacando la relevancia de la exposición de Oyarzábal y de la temática de nuevas tecnologías e inteligencia artificial. “Cuando nos referimos a IA generativa, deep web u otros conceptos, parecen lejanos. Pero son cuestiones cada vez más comunes que afectan nuestra vida cotidiana de diferentes maneras, algunas graves. Que no responden a límites geográficos y sobre las que hay que realizar una observación para garantizar que no se vulneren los derechos de las personas”, alertó el defensor santafesino, para luego dar paso a la exposición del embajador argentino.

A su turno, Oyarzábal hizo un interesante resumen de los desafíos que plantean las nuevas tecnologías y particularmente la inteligencia artificial, en lo que respecta al derecho internacional y en materia de derechos humanos. En concreto, dividió su exposición en dos partes: “Primero, sobre la relación entre las nuevas tecnologías y el derecho internacional a partir de las modificaciones y desarrollo progresivo que realizan las instituciones. Segundo, la relación entre las nuevas tecnologías y los derechos humanos”.

El diplomático reseñó que “los problemas planteados por las nuevas tecnologías, inclusive la inteligencia artificial, no son nuevos. La inteligencia artificial no es nueva, existe por los nuevos desde los años 1950”. No obstante, remarcó que “el reciente auge y accesibilidad de novedosos chatbots, generadores de imagen y otros modelos de lenguaje grande, también conocido como inteligencia artificial generativa han reavivado viejos debates y abiertos nuevos”.

Para Oyarzábal, quien cuenta con una amplia experiencia en ámbitos internacionales, incluyendo el Consejo de Seguridad y la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas y actualmente representa a la Argentina ante las Organizaciones y Tribunales Internacionales en La Haya, “en el corazón del debate existe el dilema de cómo maximizar el potencial enorme de la inteligencia artificial para el bien, minimizando al mismo tiempo los riesgos y asegurando el acceso equitativo a la tecnología”.

Al señalar que, como otras tecnologías digitales, el experto evaluó que “la inteligencia artificial no conoce límites ni fronteras geográficas. Impacta sobre individuos y empresas”. Por lo que indicó: “La gobernanza sobre la inteligencia artificial no es un asunto entre particulares. Sino que requiere una acción concertada entre todos los Estados y la cooperación de las organizaciones internacionales y la participación de otros actores relevantes como la Academia y la sociedad civil”.

Al referirse puntualmente a la cuestión del derecho internacional y el respeto de los derechos humanos, Oyarzábal afirmó que “la normativa internacional vigente no es afectada por el hecho de que las conductas o los daños ocurran por el empleo de inteligencia artificial. Se puede decir de este modo que el derecho internacional es tecnológicamente neutral. Se aplica a las nuevas y viejas tecnologías”.

Pero advirtió que “esto no significa que no puedan producirse problemas de interpretación y aplicación en el nuevo contexto”. Por lo que remarcó la necesidad de regular y hasta prohibir “ciertos sistemas de inteligencia artificial que puedan provocar daños significativos”. En ese punto, puso como ejemplo los de reconocimiento facial, que más allá de ser utilizados para prevenir hechos de inseguridad, pueden ser usados para violar la privacidad de las personas.

Luego de la exposición de Oyarzábal, se abrió un espacio de consultas y debates en el que varios de los participantes expusieron puntos de vista y consultas sobre los temas desarrollados. El seminario continuará el próximo 11 de julio, con la charla “Inteligencia artificial e infancias”, a cargo de Liliana Molina Soljan, especialista en inteligencia artificial y nuevas tecnologías. Y se cerrará el 15 de agosto, con la exposición del senador chileno Kenneth Peter Pugh Olavarría sobre “La regulación en América Latina, la experiencia en Chile”.