Los doctores Leandro Drivet y Mariana López dieron detalles de sus investigaciones referidas a los "“Efectos del aislamiento social preventivo en el ejercicio del derecho a la salud en las infancias argentinas”, relevado sobre 82 casos, en la región Noreste-Litoral.
El trabajo se dividió en dos partes, uno -a cargo de Leandro Drivet- titulado "Análisis de los relatos de sueños y dibujos de niños, niñas y adolescentes en relación con la pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio"; y el otro -realizado por Mariana López-, sobre "Estudio epidemiológico de salud mental infanto-juvenil".
La presentación fue seguida por el defensor del Pueblo a/c, Jorge Henn; profesionales y personal de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de Santa Fe; y profesionales y personal del Centro de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito, y del área de Salud, Discapacidad y Ambiente, de la Defensoría.
Leandro Drivet recopila un corpus de 82 relatos de niñas, niños y adolescentes (NNyA) de la región Noreste-Litoral de la Argentina (mayormente sueños y, excepcionalmente, historias inventadas) y de ilustraciones de esos relatos, con la finalidad de explorar algunos sentidos que el Aislamiento y la Distancia Social durante la pandemia tuvieron para dicha población (se añadieron 55 expresiones de “sueños”, en el sentido de “deseos”). Desde un punto de vista teórico, la construcción de nuestro objeto de estudio se apoyó fundamentalmente en el psicoanálisis, la historia cultural, el materialismo histórico y los estudios de género. Para fundamentar el marco teórico elaboramos un artículo filosófico (Estudio 1) que propuso y discutió los ejes de nuestra perspectiva. Se titula “Lo onírico es político”, y se encuentra en la Revista Psicoanálisis en la Universidad, de la UNR.
El investigador subraya que durante el ASPO y el posterior DISPO, los niños, niñas y adolescentes han sido poblaciones a las que el Estado no consideró prioritariamente. Hay que destacar que con clases presenciales suspendidas por un periodo muy prolongado respecto de lo que ocurrió en la mayoría de los países del mundo, y con clausura simultánea de actividades con pares por fuera de la escuela, con restricción de acceso y permanencia en espacios públicos al aire libre, los menores de edad de nuestro país, que no pertenecían a los grupos de riesgo de COVID-19, quedaron literalmente aislados, confinados al margen de la sociedad, desatendidos, no escuchados ni reconocidos, todos elementos generadores de ansiedad, estrés, y sensación de abandono, incertidumbre e irrelevancia.
Dado que, en nuestro relevamiento, gran parte de las angustias recurrentes de NNyA se vinculan estrechamente con el aislamiento, la desposesión, la incertidumbre y los grados elevados de violencia normalizada a los que los NNyA están expuestos, la recomendación que sugiere nuestro abordaje es limitar al mínimo indispensable las medidas de aislamiento de NNyA tanto respecto de pares como de adultos significativos fuera del círculo de convivientes (la escuela cumple en este sentido un rol fundamental, y su continuidad debe ser prioridad). También se recomienda brindar a las familias más empobrecidas herramientas de contención social y económica que les permitan imaginar proyectos factibles que disminuyan la incertidumbre. Los relatos de NNyA sugieren de modo claro la necesidad de limitar la violencia familiar y social de las que los soñantes son víctimas (directamente como destinatarios, o indirectamente como testigos).
Por su parte, Mariana López realizó un estudio sobre trastornos de salud mental en población de niños, niñas y adolescentes argentinos, y analizó los condicionantes socio-ambientales del desarrollo de estos problemas.
Este trabajo aporta información relevante para la toma de decisiones públicas, poniendo de relieve la centralidad de la problemática de la salud mental infanto-juvenil en el contexto de pandemia. Los problemas de salud mental en la infancia y en la adolescencia son comunes y tratables. Abordados de modo precoz, son en general de fácil remisión. Un diagnóstico atinado de la situación global de los NNyA de nuestro contexto es, entonces, la base para el desarrollo de medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria pertinentes.
En relación con los resultados de este estudio, la investigadora del CONICET sostiene que parece fundamental para este abordaje brindar a las familias más afectadas por la pandemia herramientas de contención social y económica para reorganizar su funcionamiento. Más allá de las pérdidas irremediables que constituyen las muertes de familiares y amigos durante este período, debe tenerse presente que la separación respecto de personas muy significativas para la vida familiar y el exceso de trabajo de los adultos fueron señalados como los estresores fundamentales por los adultos entrevistados, poniendo de relieve la importancia de los vínculos familiares y de sostén social más amplios. El valor protector de las relaciones de amistad de los NNyA, en la misma dirección, subraya la importancia de reducir al mínimo las situaciones de aislamiento respecto de pares externos al núcleo familiar. Por último, el valor del desempeño escolar como factor predictor del desarrollo de problemas de salud mental en la infancia y adolescencia vuelve la mirada desde otra arista sobre un problema largamente postergado en nuestro país, nos lleva a preguntarnos por los resultados de la educación, remitiéndonos a la calidad educativa en declive y fuertemente cuestionada recientemente en el contexto local, concluye.
El proyecto titulado “Efectos del aislamiento social preventivo en el ejercicio del derecho a la salud en las infancias argentinas”fue seleccionado en la convocatoria “PISAC-COVID 19 – La sociedad argentina en la pospandemia”, financiada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Tuvo su sede administrativa en la Universidad Nacional de la Matanza, y estuvo dirigido por la Dra. Ianina Tuñón. Leandro Drivet, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER) e investigador del CONICET fue el Investigador Responsable del Nodo Noreste-Litoral de dicho PISAC (con sede en la FCEdu). Mariana B. López es investigadora del CONICET, e integró el Nodo. También integraron el PISAC: María Laura Schaufler (CISPO, FCEdu / CONICET) y Vanessa Arán-Filippetti (CIICSAC-CONICET). Además, contamos con la colaboración externa de Juan Pablo Hetzer (Lic. en Psicología. Hospital Dr. Emilio Mira y López, de la ciudad de Santa Fe).
Las preguntas de la investigación fueron abordadas a partir de una metodología mixta de tipo cuantitativa y cualitativa, un trabajo en redentre nueve nodos ubicados en seis regiones del país (NOA, NEA,Centro, Cuyo, Patagonia y AMBA), y diferentes disciplinas (sociología,trabajo social, comunicación, demografía, economía, nutrición,educación física, y psicología, entre otras).