La Defensoría del Pueblo de Santa Fe pidió información al Centro Universitario Rosario de Investigaciones Hidroambientales (Curiham), dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimenbsura de la Universidad Nacional de Rosario, vinculada a la bajante del río Paraná. Desde la institución señalaron que el objetivo es sostener una comunicación permanente con el gobierno y las distintas instituciones vinculadas a la temática para que se establezcan todas las medidas necesarias para garantizar la calidad y cantidad de agua para el consumo, tanto de la extracción del río como de los sistemas que utilizan la extracción de las napas.
En respuesta a esta inquietud, el docente e investigador del Curiham, Pedro Basile, envío un informe a la institución donde explica que “durante los últimos 50 años los niveles mínimos pocas veces descendieron por debajo de un metro. Esto indica que el cambio producido no es transitorio o estacional, sino que es sostenido y permanente”.
El informe, también indica que “si bien la situación es bastante seria y crea distintos tipos de problemas (navegación fluvial, tomas para abastecimiento de plantas de agua potable, impactos en morfodinámica fluvial, etc.) no escapa a la realidad de cualquier río. O sea, siempre van a estar sujetos a crecidas extraordinarias y a bajantes extraordinarias”.
En cuanto a las bajantes históricas, el investigador señaló que “en el pasado han existido bajantes extraordinarias del río Paraná mucho peores que esta actual, claro que en el contexto de otro régimen hidrológico”, y en cuanto a la evolución en los próximos meses de los niveles hidrométricos en el tramo Argentino del río Paraná sostuvo que “va a depender sustancialmente de la distribución espacial de las lluvias y de la magnitud de las mismas en esas zonas de la cuenca”.
Orientados por el informe, desde la Defensoría del pueblo solicitaron a todos los estamentos del gobierno involucrados en la captación y distribución de agua potable a que tomen todas la medidas necesarias para garantizar el pleno funcionamiento de las tomas de agua tanto las instaladas sobre el río como aquellas que obtengan su caudal de las distintas napas que también se ven afectadas por la bajante.
Explotación ictícola
En lo referido a la explotación ictícola la institución solicitó al Ministerio de Medio Ambiente de la provincia un pedido de informe sobre la explotación ictícola actual y si puede haber un impacto negativo por el bajo caudal de aguas.
En tal sentido, desde el Ministerio señalaron que tras analizar la temática en conjunto con distintos estamentos gubernamentales y académicos concluyeron que con los “datos de fiscalización de tránsito, Aduana y Senasa; se detecta que las capturas durante enero-abril 2020, fueron 50% menores a las obtenidas durante enero-abril del 2019 bajo un estadio de aguas medias-altas”.
En este sentido, enfatizaron en que “una visión que tenga en cuenta pura y exclusivamente la conservación, sin consideración adicional alguna, conduciría a disponer una medida extrema sobre los recursos ictícolas, pero como ya se ha observado en otras provincias que sí han declarado este tipo de medidas, se considera que tal decisión extrema no resuelve el problema, por lo que se ha resuelto aumentar la fiscalización con las fuerzas provinciales y federales”.