11/05/2022

Recomendaciones para resolver conflictos

Los conflictos surgen y nos acompañan a lo largo de toda la vida. No hay que entenderlos siempre como algo negativo, ya que pueden ser transformados positivamente y una oportunidad para delimitar nuestras conductas. Es muy importante identificarlos para poder solucionarlos.   

Los conflictos surgen y nos acompañan a lo largo de toda la vida. No hay que entenderlos siempre como algo negativo, ya que pueden ser transformados positivamente y una oportunidad para delimitar nuestras conductas. Es muy importante identificarlos para poder solucionarlos. 

Para resolver los conflictos debemos en primer lugar:

1) Definir el problema: es decir, buscar el origen o las causas que dan lugar a la situación que se está viviendo, intentando responder a las siguientes preguntas ¿Qué no está funcionando? ¿Qué ocurre?

2) Analizar las causas: tener presente el porqué del conflicto. Todo lo que ocurre tiene una o varias causas. Saber analizarlas ayudará a resolver la situación.

3) Definir objetivos para actuar: antes de emprender cualquier acción se debe tener en claro lo que se quiere conseguir en esa situación conflictiva.

4) Generar alternativas: se deben buscar diferentes formas de resolución del conflicto y pensar qué se puede hacer desde un punto de vista positivo. Aunque en el momento parezca imposible, cada situación de conflicto tiene multitud de soluciones posibles, hay que pensar en todas ellas. Crear un espacio común que permita acercarnos por tramo al conflicto. Hay que tratar de entender, negociar y buscar una solución. Es entonces cuando debemos apelar a la creatividad a la hora de construir una solución a la medida del caso. Si el problema es relacional, habrá que centrarse en buscar puntos de entendimiento común. Mientras que si es de contenido se deberán negociar sobre puntos concretos. Buscar alternativas para satisfacer los intereses y necesidades de ambas partes. Los participantes pueden proponer un torbellino o una lluvia de ideas para posteriormente elegir la más adecuada, no siempre para solucionar el conflicto definitivamente sino para dirigirlo hacia una nueva situación en las que sus relaciones sean mejores y el problema se asuma conjuntamente. 

5) Poner en práctica la solución elegida: una vez que se tiene claro de qué manera se puede solucionar hay que llevarlo a la práctica eligiendo la forma más adecuada. A la hora de cerrar un acuerdo debemos ser muy concretos y precisos, chequear que todos estemos entendiendo lo mismo en cada punto.  Con ello lograremos que se cumplan los acuerdos y que tengan sustentabilidad en el tiempo.

6) Evaluar los resultados: las consecuencias de las acciones llevadas a cabo dirán si la resolución del conflicto ha sido positiva o no.

De no lograrse una solución satisfactoria para ambas partes, se puede acudir a formas de resolución de conflictos pacíficas como es la mediación en todas sus formas.

Equipo del Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo zona norte