Con una convocatoria de más de 2.700 personas, se realizó el martes 16 de marzo, en la Plaza Pringles (Córdoba al 1500) de la ciudad de Rosario, una Gran Campaña de Detección y Prevención de Diabetes y Obesidad. Durante la jornada, organizada por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe y FRADI (Asociación Regional de Ayuda al Diabético), merced a un convenio celebrado entre ambas instituciones, se realizaron gratuitamente controles de glicemia, presión arterial y peso.Además de los controles mencionados, un equipo multidisciplinario de profesionales supervisa el encuentro y respondió a las inquietudes del público. Especialmente, se les brindó ayuda a quienes, sin obra social, no posean biosensores o elementos indispensables para el tratamiento de estas patologías.El Defensor del Pueblo de la Provincia de Santa Fe, Dr. Edgado José Bistoletti, aseguró estar "muy contento por la gran convocatoria del encuentro", que obligó a extender la atención durante la mañana. El Ombudsman provincial se sometió al análisis de glicemia y recordó que él es diabético, y destacó que "la prevención es la mejor manera de evitar problemas de salud". Al explicar las razones de la jornada, Bistoletti señaló que "la Defensoría del Pueblo además de atender las quejas de los vecinos, también quiere colaborar con la salud de la población". "Creemos que una de las formas de colaborar es prestando ayuda a todo aquello que signifique la detección de enfermedades. En este aspecto empezamos ahora por el tema diabetes, una enfermedad que la gente a veces no sabe que la padece, que no tiene síntomas hasta que estos ya son inevitables, y para ello hemos hecho un convenio con FRADI", explicó el Defensor.Por su parte, Claudia Müller, titular de FRADI, señaló que fue "una gran sorpresa que la Defensoría se ocupe de este tema que es tan importante". En ese sentido, Müller señaló la existencia de una nueva patología llamada diabesidad. "Estamos detectando casos en niños cada vez más pequeños, de 4 ó 5 años que tienen sobrepeso, algo que 10 años atrás no ocurría. Lo mismo ocurre con los chicos en edad escolar que pasan largas horas sentados frente a la computadora comiendo snaks o golosinas con elevados niveles de grasa, para procesarlos requiere más insulina de la normal, y allí es cuando comienzan los primeros síntomas de la enfermedad. Este fenómeno creciente no sólo en Argentina, sino en el mundo, ha llevado a los especialistas a plantear la posibilidad de que la diabesidad sea la epidemia del siglo XXI", señaló la especialista.