El próximo jueves 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha que se presenta como un buen momento para reflexionar sobre el trascendental rol que ellas ejercen día a día en la sociedad. Merced a su trabajo incansable, que nace en el seno familiar, las mujeres han logrado trascender la esfera privada y se han consolidado en la esfera pública, aportando su sensibilidad y una particular mirada.No alcanzarían estas líneas para expresar lo que las mujeres (madres, hermanas, esposas, hijas) significan para cada uno de nosotros en la vida privada. Son ellas quienes con amor y sacrificio cargan en su vientre las semillas que se transforman en cada parto en el fruto de la vida. Justamente por ello se le llama Dar a Luz: las mujeres son las que se encargan de alumbrar, de iluminar la vida.Mientras que, aunque su participación en lo público no es nuevo, sí lo es su reconocimiento. Durante muchos años, se soslayó el rol que las mujeres tuvieron desde la misma Revolución de Mayo y el nacimiento de nuestra Patria. Afortunadamente, en los últimos años esta postura se ha revisado y al fin las mujeres han comenzado a lograr el reconocimiento que merecen.Desde la Defensoría quisimos expresar también nuestro reconocimiento. Fue por eso que a finales del año pasado decidimos nombrar Defensoras del Pueblo Honorarias a cuatro mujeres que a lo largo de su vida han realizado un trabajo silencioso y desinteresado: Nilda García, quien hace 20 años dirige un comedor comunitario en Rosario; Gabriela Lillian Contepomi, abogada de Reconquista con una gran trayectoria en la lucha por la igualdad; Dora Salteño, que fue durante 4 períodos consecutivos Presidenta del Primer Municipio Indígena del Pueblo Mocoví de Colonia Dolores, y Teresa Pandolfo, quien desde aspirante llegó a ser secretaria de Redacción del diario El Litoral. Ellas, seguramente, son sólo una muestra del aporte que las mujeres hacen cotidianamente a la sociedad.No obstante, está claro que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres todavía sigue siendo una deuda pendiente en varios aspectos. También la violencia en contra de las mujeres, muchas veces dentro de la propia familia, se ha constituído en uno de los más grandes flagelos contemporáneos. Y la trata de personas, que en su mayoría es de mujeres y niñas para ser destinadas a la explotación sexual, representa tal vez la más reciente y cruel forma de esclavitud.Es por ello que, con esta fecha como excusa pero recordando que todos los días deben las mujeres ser reconocidas, como Defensor del Pueblo de Santa Fe convoco a toda los ciudadanos de la provincia a continuar trabajando por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y la construcción de una sociedad más justa. Y aprovecho para mandarles a todas las mujeres un gran y afectuoso abrazo en este día.