Los Defensores del Pueblo del país alertan sobre que los argentinos no merecen ni quieren violencia. Menos aún si esta deviene en tragedia irremediable como es el caso de la muerte del joven jujeño Ariel Velázquez, de 22 años, a cuyos familiares ADPRA se pone a disposición y hace llegar sus condolencias y fraternal abrazo frente su dolorosa pérdida.
La convivencia pacífica es el principio básico de un sistema político verdaderamente democrático y es necesario preservarla tanto como reinstaurarla cuando se ha visto afectada.
ADPRA Repudia todo hecho de violencia principalmente, si provienen de quienes tienen el deber de cuidar la vida y la integridad de las personas, como fue en el caso de Tucumán y exhorta a todos los sectores de la vida social; el dialogo y el compromiso con el bien común son el camino.
ADPRA apela a la buena voluntad y a la inteligencia de los más altos responsables para que colaboren en la pacificación de los espíritus de cada conciudadano.
La muerte del joven jujeño, baleado luego de realizar actividades partidarias, no tiene solución pero si debe tener el más urgido esclarecimiento total por parte quienes correspondiere.
La gravedad de la muerte violenta solo se restaña socialmente con justicia y sólo así se conjura su transformación intolerancia antidemocrática, que los argentinos queremos olvidar para siempre en la noche de los tiempos.