La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe adhiere a la celebración del Día Internacional del Medio Ambiente, que recuerda la primera cumbre realizada a instancias de la Organización de las Naciones Unidas, en Estocolmo, el 5 de junio de 1972, donde se trazaron los lineamientos para que tanto los Estados como los individuos que habitamos este planeta tomemos y generemos conciencia de las graves e irreversibles consecuencias que la contaminación ambiental está provocando en él.La lucha por la conservación del Medio Ambiente no debe ser una cuestión meramente declamativa, por lo contrario, exige de quienes detentan cualquier tipo de responsabilidad dirigencial, un compromiso efectivo y manifiesto con esta causa, que no es más ni menos que la defensa de la vida y de los elementos naturales que la sustentan.Desde la Defensoría del Pueblo de Santa Fe se promueve el desarrollo constante de acciones directas, para evitar el deterioro de las condiciones ambientales inherentes a la supervivencia y armonía planetaria. En este sentido se canalizan los reclamos de los ciudadanos con respecto a distintos agentes contaminantes (desechos industriales, agrotóxicos, basurales, etc.) y en los últimos días se ha encarado de oficio una queja para lograr la erradicación definitiva de las bolsas de polietileno habitualmente utilizadas para el transporte de mercaderías en el comercio.Ante las manifestaciones cotidianas de los efectos destructivos de la contaminación, como el calentamiento global y su consecuencia directa en el cambio climático (graves inundaciones, prolongadas sequías, desmesuradas tempestades, etc.), sirva la evocación del Día Internacional del Medio Ambiente como un llamado a los ciudadanos, ciudadanas y Estados para renovar el compromiso con la vida.
05/06/2009
La Defensoría del Pueblo adhiere al Día Internacional del Medio Ambiente
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe adhiere a la
celebración del Día Internacional del Medio Ambiente, que recuerda la
primera cumbre realizada a instancias de la Organización de las
Naciones Unidas, en Estocolmo, el 5 de junio de 1972, donde se trazaron
los lineamientos para que tanto los Estados como los individuos que
habitamos este planeta tomemos y generemos conciencia de las graves e
irreversibles consecuencias que la contaminación ambiental está
provocando en él.