La violencia que a diario sufren las mujeres es una violación a los derechos humamos que se genera como consecuencia de la discriminación por desigualdades históricas, consolidadas en patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres.
Por ello, sostenemos, como organismo comprometido en el acompañamiento y abordaje de mujeres víctimas de violencia, como así también en la prevención de la misma, que la violencia contra las mujeres y las niñas se puede evitar, siendo la prevención posible y esencial para erradicarla.
Como parte de este compromiso, desde el año 1994 la Defensoría cuenta con el Centro de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito, el cuál nutrido de un equipo interdisciplinario con perspectiva de género y derechos humanos, acompaña, evalúa, asesora, capacita, previene y sensibiliza con el objetivo de que las mujeres y niñas puedan ejercer el derecho de vivir una vida sin violencia.