El objetivo es brindar un acompañamiento adecuado y resguardar la salud psicofísica de los trabajadores, con las debidas garantías de confidencialidad de los hechos y los casos denunciados.
El acuerdo permitirá trabajar en la asistencia técnica mediante la articulación entre los equipos interdisciplinarios que poseen tanto la Defensoria como el ministerio.
El acto de lectura y firma del convenio tuvo lugar en el primer piso de la sede la Defensoría en la ciudad de Santa Fe, adonde Lamberto en calidad de anfitrión acompañado de su adjunto para la zona norte, doctor Luciano Leiva y la Defensora de Niñas, niños y adolescentes, doctora Analía Colombo, recibió al ministro y a la mayoría de las autoridades gremiales de la ciudad.
Al ministro Genesini lo acompañaron el Secretario de Trabajo del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe, Leandro Panozzo, y el subsecretario de Políticas de Empleo y Trabajo Decente, Juan Cruz Giménez; en tanto dieron marco adecuado –además de directores y personal de la Defensoría- los secretarios generales de UTA Santa Fe y CGT, Osvaldo Agrafogo; de la Asociación Bancaria y la CGT, Claudio Girardi; de la Asociación del Personal Legislativo, Ricardo Zarini; de la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF), Pablo Giménez; de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Jorge Molina; del gremio de Ladrilleros, Ramón López; el secretario gremial de ACIMRA Santa Fe, Roberto Minella; y el secretario general Adjunto del Concejo Ejecutivo Provincial ATE, Marcelo Delfor.
La ceremonia sólo consistió en la lectura del convenio, su posterior firma y un breve discurso sobre su trascendencia que brindaron los firmantes
Durante la rúbrica, Genesini expresó que se trata de “un convenio muy importante porque implica un salto cualitativo en todo el proceso que estamos realizando”.
Dijo también que “desde la conformación de la Red Federal contra la violencia laboral hemos ido dando pasos en la búsqueda de soluciones para este problema que muchas veces se atribuye al mal carácter de un jefe, de un compañero o también la culpabilización de la propia víctima que se cree objeto de maltrato. Por eso también necesita un abordaje especial y por eso la importancia de este convenio: porque en estos casos, las herramientas tradicionales que tiene el Ministerio de Trabajo no son efectivas”.
Subrayó que “en todo este camino hemos tenido un acompañamiento muy significativo de gremios, tanto del sector público como del sector privado” admitiendo que “esta es una problemática antigua que por mucho tiempo fue invisibilizada. Este convenio de complementación es un paso importante para avanzar en la búsqueda de soluciones a esta problemática”, finalizó el titular de la cartera laboral.
A su turno el Defensor del Pueblo no ocultó su beneplácito porque la importancia del convenio: “La violencia laboral -aseveró- encierra abuso de poder. No hay elemento más fuerte para la defensa de los derechos humanos que oponerse a todos aquellos actos que generan o que sean promotores de abuso de poder”.
“La ley que rige en Santa Fe es una ley pionera, que data del año 2005, y que tuvo impulso en referentes gremial” y recordó especialmente a modo de homenaje al desaparecido dirigente de Upcn, Alberto Maguid, entonces uno de los diputados que diera impulso a la norma.
Explicó Lamberto que “la reglamentación genera una pauta objetiva, coloca en manos de quien es denunciado, la necesidad de decir que no, que su decisión obedeció a una responsabilidad o no en el marco de la cuestión económica. Lo cual, si no lo hace, se considera violencia laboral” y precisó que “la Defensoría no es solo una mesa de entradas para las denuncias, sino que también eleva a las autoridades la denuncia efectuada, y se reserva el derecho de seguimiento y control”.
Propuso a la autoridad ministerial y los directivos gremiales que conformaron el auditorio que “esta ley debería alcanzar al empleado privado” instándolos a avanzar en la discusión para salvar la cuestión jurisdiccional y entonces poder ir a la necesaria instancia legislativa para ampliar una norma que, enfatizó, “se debe mirar desde el punto de vista de la prevención de actos de abuso de poder en el ámbito laboral”.
Se ufanó de que “Santa Fe es unas de las pocas provincias que tiene implementada esta ley y con ello estamos marcando el ejemplo. El trabajo tiene que ser no solo un trabajo decente sino un sustento de la vida de la persona, que tiene que ser agradable, respetado y parte de la integridad de cualquier ser humano que así como estudia, trabaja. Y necesita hacerlo sin contratiempos, sin la zozobra de medidas arbitrarias, que muchas veces son generadores de elementos que frenan al trabajador”.