Setrata de una situación que se recrea a diario en la mayoría de las casas de laentidad que monopoliza las actividades bancarias de la provincia. La Defensoríaconstató las quejas comprobando que, en las sucursales, las sillas que exige lalegislación vigente son escasas o no existen pero, fundamentalmente, que eltiempo de espera puede exceder largamente, en algunos casos, las dos horas.Ante ello, el Defensor del Pueblo,Edgardo Bistoletti, delegó en su adjunto, Luciano Leiva, en su asesor en jefe,Mariano Vodanovich y la responsable del área de Defensa del Consumidor de laDefensoría, Liliana Campomanes quienes recibieron el 27 de febrero último a losgerentes, de Operaciones de Sucursales, Fabian Mayeux, y de Asuntos Legales,Pablo Bonetto.A los mencionados funcionarios delbanco de Santa Fe, se trasladó la preocupación de la Defensoría frente al trato que se dispensa a los ciudadanos queconcurren a las sucursales que dicha entidad bancaria posee en la ciudad deSanta Fe, principalmente a adultos mayores.Si bien en la reunión repasaron lasmedidas de seguridad y las alternativas de atención –principalmente,tecnológicas- que fueran adoptadas en los últimos años, admitieron que la faltade comodidad para las colas y los tiempos de espera, aun no han sido resueltosde modo eficaz. La Defensoría solicitó la urgente laapertura de más cajas para atención al público lo cual descongestionaría laslargas colas y contar con más personalpara poder suplir las necesidades urgentes, como son las licencias del personal; y el control del correctofuncionamiento de los dispensadores de dinero. Tanto desde la Defensoría como desdeel Banco consideraron un avance el encuentro realizado dado que supone elconocimiento en detalle de la forma en que se encuentra operando el banco y supone un contacto y compromiso de darrespuesta a los reclamos de los ciudadanos. A la vez que abre canales decomunicación para la resolución de los casos recibidos.