De acuerdo al Informe 2015 del Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de Santa Fe las violencias han sido durante 2014 el principal tema que atraviesa las situaciones atendidas en la Defensoría, tanto en la delegación Rosario como en la delegación Santa Fe. Según el registro, en Rosario el 18% de las situaciones de violencias ingresadas a la institución corresponden a abusos sexuales. Mientras que en Santa Fe, ese porcentaje asciende a 22,1%.
El abuso sexual a niñas y niños es una realidad muy invisibilizada. La mayoría de las veces porque el abusador se encuentra dentro del ámbito familiar o social muy cercano a las víctimas.
Es así que las niñas y los niños víctimas de violencia sexual quedan posicionados en una situación tan dolorosa como incómoda: de un lado, los apremia la necesidad del cuidado de esos adultos cercanos, del otro, el exponer sus vivencias y narraciones al momento de la denuncia.
La provincia de Santa Fe cuenta con un protocolo de abordaje integral (basado en los principios generales plasmados en legislaciones como la nacional 26.061, la provincial 12.967 y la Convención por los Derechos del Niño entre otras reglamentaciones internacionales) y otras ante este tipo de situaciones para que niñas, niños y adolescentes sean respetados y garantizados en todo sistema relacionado con la investigación de delitos sexuales.
La guía provincial apunta a optimizar la atención, contención y defensa de las niñas, niños y adolescentes vulnerados, para que puedan aportar pruebas en un contexto protector de derechos. Y además, promueve que todos los funcionarios y operadores del Sistema de Protección trabajen de manera articulada y haciendo fuerte eje en: respetar el interés superior del niño, ejercer un buen trato, cuidadoso y sensible, evitar la revictimización (es decir, que muchas veces es necesario disminuir algunas intervenciones profesionales a lo largo del proceso judicial, ya que las reiteradas entrevistas o testimonios atentan contra la calidad de la prueba y agravan el daño o vulneración ya sufrido), escuchar la voz de niñas y niños (es fundamental respetar el derecho a ser oídos, su relato, sus opiniones deben ser tenidos en cuenta a lo largo del proceso), resguardar su privacidad (toda información relativa a la participación de niñas y niños dentro del proceso debe ser protegida, asegurándose confidencialidad y restringiendo la divulgación de cualquier información que permita su identificación).
En cuanto a esto último, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes a través del Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de Santa Fe –que funciona junto a UNICEF Argentina– advierte acerca de la necesidad de realizar una mirada crítica y reflexiva frente a la cobertura periodística realizada a partir de la difusión de ciertos casos de abuso sexual a niñas y niños santafesinos. Este organismo entiende que en más de una oportunidad el tratamiento de los medios de comunicación da lugar a instancias de revictimización de chicas, chicos y adolescentes que ya han sufrido abuso. El abordaje de estas situaciones tan complejas requiere de una mirada integral, respetuosa y responsable, en consonancia con las vulneraciones que expresan.
Violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, nunca más.