06/10/2022

VUELVE EL CICLO DE CINE DEBATE ORGANIZADO POR LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, EL CINE CLUB SANTA FE, ATE Y LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA

Se trata de la decimoctava edición y en esta ocasión tendrá como eje de análisis y debate los cuerpos como espacio de soberanía.  

Con la proyección de la película "Yo nena, yo princesa", de Federico Palazzo, comenzará el jueves 13 de octubre, la decimoctava edición del Ciclo de Cine Debate que organizan el Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, el Cine Club Santa Fe, ATE Santa Fe y la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional.

El ciclo se desarrollará en su totalidad en el Cine Auditorio de ATE Santa Fe, San Luis 2854, en todos los casos desde las 18 hs.

La entrada será libre y gratuita y como es habitual, tras las finalización de las películas se procederá a debatir sobre la temática bajo la moderación de una especialista en esa disciplina.

El ciclo incluirá además de "Yo nena, yo Princesa"; el filme chileno "El Agente Topo", dirigida por Maite Alberdi, que se exhibirá el 20 de octubre; "Fragmento de Mujer", del canadiense Kornél Mundruczo, el 27 de octubre y concluirá el 1 de noviembre con la realización de la estadounidense Jennifer Siebel Newson "The mask you live in".

Se ha elegido a esta temática porque en el cuerpo se plasman las luchas, los deseos, las angustias y las resistencias, esto nos hace pensarlo como un territorio en disputa, en el que la hegemonía del sistema económico y político trata de hacer de los cuerpos un territorio de otros.

En palabras de la socióloga e investigadora, Dora Barrancos, el primer reto de la soberanía, es el de la "soberanía sobre el cuerpo", sobre la propia subjetividad, idea que ha cobrado fuerza a partir de los años noventa.  Dentro de esta idea, se sitúa la búsqueda de derechos por parte de las minorías sexuales.

Para la autora es un hecho ominoso que las personas no puedan tener las identidades que se han forjado y que no puedan tener soberanía sobre sus cuerpos. Esto significa según la autora, seguir en una rémora brutal de un pasado que debe ser transformado. Barrancos sugiere que si se quiere ser fiel al propio dictado liberal se tiene que aceptar que no hay soberanía mayor que la soberanía del propio cuerpo.

Este año, se suma a pensar este dispositivo el área de género y el centro de estudiantes de la UTN, y las estudiantes que realizan sus prácticas de Trabajo Social en el centro de asistencia a la víctima.