El defensor adjunto zona Norte, Jorge Heen, inauguró junto al director de proyectos de extensión en el área Cooperativas de Trabajo de Universidad Nacional del Litoral (UNL), Orlando Sotto, el segundo webinar del ciclo en el que cada martes distintas organizaciones comparten sus experiencias bajo la consigna “Miradas desde la economía social y solidaria en la lucha contra el hambre”. La iniciativa, que es organizada por la Defensoría del Pueblo y la Universidad Nacional del Litoral, tiene como objetivo facilitar un espacio para el intercambio de experiencias entre quienes trabajan en el sector.
Durante el encuentro de este martes, la referente de Justa Trama, Nelsa Inés Néspolo, contó la experiencia de la cadena productiva solidaria de algodón ecológico (Unisol Brasil Central de Cooperativas e Emprendimientos Solidarios). El panel estuvo coordinado por las integrantes de la Comisión de Mujeres mutualistas de la Federación Santafesina de Entidades mutualistas Brigadier López, Blanca Suarez y Silvia Basualdo.
Dando inicio a la jornada, Henn tomó la palabra y expresó que durante el encuentro “vamos a hablar de experiencias que se pueden tocar con la mano”, y destacó el trabajo conjunto entre la Defensoría y la Universidad: “Siempre decimos que las universidades tienen que ser consultoras de las políticas públicas que se llevan adelante y parte de la experiencia que vamos a conocer el día de hoy tiene que ver también con la participación de las universidades”.
En este sentido, pero enfocado en el rol de la economía social en las comunidades remarcó: “Nosotros decimos que la economía social tiene que ser algo más que hacer de bomberos, como construir con actores permanentes planes sostenibles que nos ayuden a pensar ese modelo de sociedad que tanto queremos, pero del que estamos bastante lejos”.
Por su parte, Sotto explicó que hay “concepto teórico que se viene desarrollando en Latinoamérica que integra justamente el concepto de cadena de valor que son las cadenas productivas solidarias que buscan integrar una serie de principio y valores de la economía solidaria, del comercio justo, de la soberanía alimentaria”, y sintetizó: “Podemos decir que las cadenas productivas solidarias son conjuntos de emprendimientos económicos conectados y articulados que se organizan en una red para desarrollar toda la fase productiva de un determinado bien o servicio”.
La experiencia de Justa Trama
Néspolo explicó que Justa Trama es una experiencia de economía solidaria, en la que hay 600 trabajadores que son protagonistas de los eslabones de la cadena productiva, organizados colectivamente en dos asociaciones, dos grupos y cuatro cooperativas administradas por ellos mismos. Son hombres y mujeres, agricultores, hilanderos, tejedores, profesionales de la confección, costureras y artesanos.
La Cooperativa Central es responsable del control financiero, compras, pagos, rendición de cuentas internas y coordinación con la asamblea general de la red Justa Trama para temas de gestión y comercialización. El resultado de las ventas de los productos de la red permanece con la Cooperativa Central, ya que las etapas anteriores son pagadas al ser terminadas, es decir, cuando el producto de cada eslabón es comprado por el siguiente eslabón, siempre dentro de la cadena de producción.
Por otra parte, y en relación al trabajo realizado por la cooperativa hizo hincapié en la importancia de poder construir en la diversidad, y como la experiencia fue creciendo gracias a la organización de productores de distintas regiones, con hábitos y culturas diferentes.
En cuanto a la comercialización, explicó que siempre se intenta llegar a un precio justo que se piensa desde la perspectiva de que cada uno de los productores que hay en la cadena reciba una paga que le permita consumir los productos que se elaboran en la cooperativa.
La referente de Justa Trama, mostró una vocación muy fuerte por el cuidado del medio ambiente y describió la situación compleja que vive Brasil por la gran cantidad de agrotóxicos permitidos para utilizar en las siembras y que terminan contaminando las reservas naturales de agua dulce.
En este sentido, dio algunos ejemplos que aplican en la cooperativa como la utilización de botones confeccionados con semillas para evitar el uso de botones plásticos o el sistema de reemplazo de agroquímicos por métodos naturales para cuidar sus siembras.
Por último, contó que la organización creció tanto que decidieron crear un banco y una moneda propia porque “nuestras comunidades no son pobres, sino empobrecidas” y que la utilización de esa moneda propia les permitió seguir creciendo e incluso impulsar créditos para emprendedores y consumidores.
Próximo encuentro
El martes martes 13 de abril será el turno del Colectivo La Verdecita, granja agroecológica comunitaria de agricultoras sin tierra.
La inscripción es libre y gratuita y continúa abierta en el siguiente link: https://zoom.us/webinar/register/WN_KlOGhTz3Rpih2gy24XnrHA