La decana, Liliana Dillon, resaltó lo auspicioso del acuerdo de colaboración firmado entre la Defensoría y la Facultad “como el punto de inicio de un montón actividades que queremos hacer en conjunto” y que la encuesta “nos desafiamos a seguir construyendo juntos y a proponer políticas públicas en este tema que nos involucra a todos”. El Defensor, Jorge Henn, sostuvo que la encuesta “reveló la peor de las combinaciones: es un tema visible (por la proyección de su crecimiento), hay temor en la sociedad y la gente no sabe qué hacer”.
La actividad se desarrolló en la mencionada sede académica donde luego de la conferencia de prensa de la decana y el defensor del Pueblo, sumó una reunión de trabajo en la que el director del Observatorio Social de la UNL, Roberto Meyer, presentó un power point con los cuadros estadísticos en los que se procesó la información recolectada a los santafesinos.
Un ejemplo expuesto por Meyer graficó la magnitud cuantitativa desarrollada por el avance de los ciberdelitos en el muy corto plazo de apenas unos años: “Conforme las proporciones de la muestra deducimos una cifra crítica de unos 150 mil damnificados por ciberdelitos”. Si se contempla que esa cifra equivale a una vez y media al tercer centro urbano de la provincia (Rafaela) estamos hablando de que los datos recogidos -únicamente en la ciudad de Santa Fe- nos revela una cantidad de ciudadanos que se declararon víctimas de algún ciberdelito superior a la mayoría de la totalidad de los habitantes que poseen las 362 localidades del territorio provincia, restando las que superan los 150 mil habitantes que son la capital y Rosario.
Frente a “semejante fenómeno”, Henn enfatizó que “hay que preocuparse y ocuparse y deben hacerlo todos los actores sociales porque el dato es que a 2 de cada 3 personas en la ciudad de Santa Fe le asusta el riesgo de caer víctima de un ciberdelito”.
Dillón precisó que la muestra “buscó tomar información acerca de ciberdelitos, cual es el nivel del conocimiento de la gente, cuantas podrían haber sido víctimas, las maneras de pueden conocer esta actividad y protegerse; para ver si conocemos las temáticas de estos delitos y si tenemos las herramientas para denunciarlos. Estamos muy conformes con la disposición de la ciudadanía para responder a las preguntas de la encuesta”.
La encuesta se efectuó en la capital provincial, contactando a 419 personas en sus hogares dentro del ejido urbano, a las cuales se les aplicó el cuestionario durante las segunda y tercera semanas del mes de marzo de 2023.
Casi la mitad de los encuestados, un 46,8%, admite haber sido víctima o conocer a alguien que fue víctima de un ciberdelito y cerca del 70% reconoce no estar informado sobre las medidas de prevención.
Los datos revelan que cuando se es víctima de un delito informático hay poco nivel de confianza en sus interlocutores, como la Policía o el Ministerio Público de la Acusación. Adicionalmente, el 88% desconoce un canal para reportar el ciberdelito.
Algunas informaciones preliminares revelan que casi el 82 por ciento de las personas accede a internet diariamente y casi todos lo hacen desde su casa. Uno de cada cuatro lo hace a través de wi-fi pública y el 64,1% en cualquier lugar con sus datos móviles. En los lugares de trabajo se conecta el 38,8%.
Los que acceden a internet lo hacen en un 98,7% a través de sus smartphones, un 58,3% utiliza sus computadoras/notebooks y un 46,6% a través de dispositivos de TV.
De los encuestados, el 57,8% usa internet para acceder al homebanking; un 48,2% para la compra de bienes o servicios públicos; un 85,4% para uso de las redes sociales; un 82,8% para correo electrónico y un 75% para streaming y entretenimiento.
El pago y gestión de impuestos y servicios públicos a través de internet lo realizan el 53,9% de las personas y el 95,9% utiliza internet para mensajería instantánea y el 60,4% para plataformas de pago.
Dos de cada tres usuarios expresaron su preocupación por la seguridad al hacer compras u operaciones bancarias a través de internet. Y lo que más los preocupan es que se realice un mal uso de sus datos personales (42,2%); la seguridad del pago o transferencias (32,2%) y casi un 35% teme no recibir el bien o el servicio que adquirió.
Uno de cada 3 encuestados le preocupa que haya una persona real para realizar consultas.
La modalidad que preocupa mucho es, en primer lugar, la de ser víctima del robo de identidad (77,3%), el fraude a través de tarjetas de crédito/débito (72,7%) y que sus dispositivos sean infectados por virus (67,4%).