La charla entre ambos se extendió casi una hora y fue una reunión de trabajo aunque contó previamente con un momento emotivo: Lamberto le obsequió una acuarela que reproduce una vista de la plaza de Mayo con la catedral y la sede del Arzobispado de fondo a modo de reconocimiento por la disposición que el jefe de la Iglesia siempre manifestó hacia la Defensoría.
Lamberto explicó que su gesto, además, importa un reconocimiento a la relevante tarea que Arancedo realizara hasta noviembre último pasado como jefe de la Iglesia Católica de toda la Nación actuando como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos mandatos.
Asimismo el arzobispo ya pidió su nombramiento como emérito por haber cumplido la edad que lo habilita a su retiro.
Lamberto y Arancedo avanzaron en la concreción de un programa conjunto en los barrios más vulnerables de la capital provincial para lo cual acordaron una reunión en breve entre los curas de las zonas oeste y noroeste de Santa Fe y los equipos técnicos de la Defensoría que precisará las líneas de acción conforme las urgencias de los vecinos de cada parroquia.
La Iglesia a través de Cáritas tendrá un cupo para capacitar a sus referentes como mediadores comunitarios en la capacitación que la Defensoría se apresta a iniciar en el mes de abril próximo.