La Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe elevó a consideración de la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra) un documento en el cual se solicita el urgente tratamiento de una Ley Nacional de Presupuestos Mínimos de Conservación y Protección de Humedales, por considerarlo de extrema importancia para garantizar los servicios ambientales a todos los habitantes del país. Una normativa como la propuesta procura resguardar estos ecosistemas, indispensables en el sostenimiento de la vida, y que otorgan y permiten el desarrollo de las relaciones ecológicas tales y como se conocen.
“Desde nuestra institución consideramos que preservar y proteger los humedales es imperativo, y no puede demorarse como viene aconteciendo con el correr de los años, en los que los diferentes proyectos de ley se han sucedido y, a pesar de los diversos tratamientos parlamentarios, a la fecha no han logrado convertirse en ley. Es por ello que recomendamos encontrar caminos tendientes a lograr los consensos necesarios para su sanción definitiva”, señaló la Defensoría del Pueblo santafesina, que también consideró “imprescindible propender a generar campañas de difusión, conocimiento y protección de estos sistemas ecológicos desde los diferentes niveles del Estado”.
La defensoría recordó que “desde hace algunos años han sido presentados numerosos proyectos de ley de protección de humedales en el territorio de nuestro país. Algunos no han prosperado, otros han sido discutidos y luego de transcurridos algunos años, han perdido estado parlamentario”. El organismo santafesino indicó que “el proyecto de ley que tenía mayor consenso desde las organizaciones sociales y, además, había logrado reunir varios proyectos en una presentación conjunta, logró media sanción en el Senado el 30 de noviembre de 2016”.
Actualmente existen otros proyectos, incluso uno de un diputado de la provincia de Santa Fe. Asimismo, el Ministerio de Ambiente de la Nación informó el 20 de julio pasado a la Defensoría del Pueblo que dentro de esa dependencia se “ha elaborado un Proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Conservación y Uso Sostenible de Humedales. En la elaboración se ha tenido en cuenta: los avances, dificultades y aprendizajes que surgen de los proyectos de leyes de presupuestos mínimos de humedales anteriores, así como de la aplicación de otras leyes de presupuestos mínimos: los avances en el desarrollo de enfoques y criterios para la gestión de los humedales en el marco de la aplicación de la Convención Ramsar y el proceso para la realización del Inventario Nacional de Humedales; los avances e intercambios sobre el tema que están llevando adelante diversas organizaciones de la sociedad civil, especialistas y técnicos” y el marco federal establecido por la Constitución Nacional.
Las adhesiones al tratamiento de una ley de protección para los humedales son numerosas y detalladas, mayormente refieren a documentos elaborados por años de trabajo de investigación y seguimiento de las problemáticas de este tipo de ecosistema en el mundo. “Desde nuestra institución consideramos que la ley de humedales es una necesidad, pensada para proteger los recursos naturales, la diversidad biológica y todo lo relacionado a garantizar esa disponibilidad futura”, concluyeron desde la Defensoría del Pueblo.
Sobre los humedales
Según los expertos internacionales, estos ecosistemas –de los más biodiversos del planeta y de cuantioso valor ambiental– están desapareciendo a un ritmo tres veces mayor que los bosques. Un ritmo que se aceleró aún más luego del año 2000. Los humedales son ambientes en el cual la presencia temporaria o permanente de agua superficial o subsuperficial causa flujos propios y diferentes a los ambientes terrestres y acuáticos. Rasgos distintivos son la presencia de animales y plantas adaptados a estas condiciones. Son ecosistemas con enorme valor biológico, social, cultural y económico. Juegan un rol importante en el ciclo del agua debido a que reciben, almacenan y liberan el agua, como así́ también regulan sus flujos.
Los suelos de los humedales, además, almacenan, transforman y exportan sedimentos y nutrientes, cumpliendo un rol central en la filtración y purificación de las aguas. Amortiguan los efectos de las lluvias y sequias. Almacenan más carbono que ningún otro ecosistema transformándose en aliados en la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático. Son el sitio donde se desarrollan relaciones ecológicas que permiten conservar la biodiversidad. Son base de economías locales, donde el acceso al agua dulce brinda posibilidades de desarrollo productivo, de recreación y turismo. Sustentan una rica diversidad cultural, modos de vida e identidades distintivas, adaptadas a la diversidad de sus paisajes y de sus bienes.
La degradación de los humedales y más específicamente la declinación en la cantidad y calidad del agua, son causales de deterioro de la salud humana, especialmente en los países en desarrollo. Son sitios que se consideran muy importantes en todo el mundo, es por esto que existe un acuerdo internacional ─denominado Convención Ramsar─ que promueve la protección y conservación de los humedales: en Argentina entró en vigencia el 4 de septiembre de 1992 y en la actualidad hay 23 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar), con una superficie de 5.714.016 hectáreas.
En el último reporte que se encuentra disponible en la página oficial de la convención se pueden identificar algunas dificultades en la aplicación de los principios de la convención en el territorio (conflicto de intereses a los diferentes usos de los recursos naturales, mayor conocimiento y valoración según las funciones y los bienes y servicios ambientales que otorgan, necesidad de mayores recursos tanto humanos, como económicos y de infraestructura, regulación de las actividades humanas entre otras) y algunas prioridades detectadas (completar el inventario nacional, lograr la sanción de la ley de presupuestos mínimos para la protección de humedales, promover que todos los sitios cuenten con un plan de manejo, visibilizar los humedales y sus servicios, mantener y fomentar la articulación entre los diferentes niveles del estado)
Las causas más importantes de agresión y deterioro de sus relaciones fundamentales se relacionan al cambio climático y crecimiento demográfico, los cambios en el uso del suelo (urbanizaciones, desforestación y avance la frontera agropecuaria), las alteraciones en la dinámica del agua (por extracción, intercepción y desvíos, entre otros), extracciones (pesca, madera y pasturas, por ejemplo), la contaminación (agrícola, industrial y domestica), la introducción de especies exóticas y el vertido de los efluentes cloacales sin tratamiento.