“Las certezas que animan a las oficinas Ombudsman -Defensorías del Pueblo como se llaman en nuestro país y provincia- en tanto organismos de garantías de derechos es que la vida constituye un valor supremo a preservar en mejores condiciones que sea posible. Es decir, con la dignidad que es incita a la condición humana desde su nacimiento hasta su muerte.
Preservar el derecho a la vida, para las Defensorías del Pueblo, no refiere exclusivamente a los signos vitales de la criatura humana sino a una concepción holística de todo lo que lo lleva a superar una mera subsistencia para posibilitar una conciencia plena de autodesarrollo en un marco que lo posibilite”.
“Como queda dicho ello vale para el inicio, el devenir y la conclusión de la vida. Es verdad que aún no resulta pacífica la discusión sobre cómo administrar el momento de la muerte; en quién se deberá dejar la decisión; cómo se sustentará una decisión terminal autodeterminada.
“Las posturas varían desde quienes penalizan medidas de acompañamiento, ayuda o facilitación de instancia decisorias de las personas que deciden “decidir” sobre su propia muerte hasta posturas que promueven su regulación. Es decir, su aceptación en los términos que consensue la norma. Ya superan la media docena los países de Europa y Latinoamérica en los que esta última postura se ha impuesto. Los hay también donde rigen posturas intermedias.
“En Argentina la ley 26.742 se sancionó en mayo de 2012 y conocida como “Ley de muerte digna”. Una rica como extensa discusión fue el entorno de esta norma. En aquella ocasión se pusieron en consideración una cantidad de iniciativas surgidas del más amplio espectro político partidario con representación en el parlamento nacional para darle un marco
regulatorio a las situaciones en las que un paciente sufre una enfermedad irreversible, incurable o terminal. La modificación a la ley de derechos del paciente (26.529) establece que este puede negarse a que lo mantengan con vida mediante la abstención, supresión o limitación del tratamiento cuando este sea extraordinario o desproporcionado.
“Con un análisis profundo, el médico terapista Carlos Pecas Soriano presentó su libro «Morir con dignidad en Argentina. Verdad o utopía», un producto de más de 25 años de investigación.
“Soriano, especialista en Medicina de Emergencias y Magister en Bioética, repasa la importancia del ejercicio de la dignidad en el final de la vida. Durante una de las entrevistas en la presentación, reveló: «Lo que intenta este libro, es empoderarnos, socializar conocimientos» para luego aclarar que «la indignidad en la muerte no precisa de la mala intención de los profesionales de la salud, ni de los familiares».
“La "Red Santafesina por los derechos hacia el final de la vida" que integra la ex Defensora del Pueblo Liliana Loyola, pidió a esta institución sumar su voz en la materia y de allí que se emita esta declaración que suscriben los Defensores del Pueblo de la provincia de Santa Fe a/c, Jorge Henn y Gabriel Savino”.